Requisitos

Las personas que decidan dedicarse a servir en este ministerio deben ser miembros plenamente iniciados de la Iglesia. Esto significa que deben haber participado y recibido los sacramentos del Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía. Ser plenamente iniciado en la Iglesia garantiza que quienes sirven en este ministerio tengan una comprensión profunda y una conexión personal con su fe, lo que les permitirá llevar a cabo sus responsabilidades con dedicación y autenticidad.

Se brinda capacitación a los nuevos Ministros Eucarísticos, así como a los experimentados, para explicar y demostrar cómo los ministros ayudan a prepararse para la Misa, así como la secuencia para ayudar al sacerdote y al diácono durante el rito eucarístico de la Misa.

Santo Tomás de Aquino extiende calurosamente una sincera invitación a llevar el alimento espiritual de la Comunión directamente a las puertas de las personas que puedan estar enfrentando problemas de salud que les impidan aventurarse fuera de sus hogares. Estos ministros también llevan la Sagrada Comunión a los católicos que residen en centros de atención locales, asegurando que nadie se quede sin la oportunidad de participar en este ritual sagrado.